Cuando fue atendido por la mujer, el delincuente le manifestó que debía revisar una conexión, y con ello logró engañar a la víctima, quien lo dejo ingresar a la casa.
Pero una vez adentro, el desconocido le pidió que fuera hasta el fondo, momento que aprovechó para apoderarse del dinero que guardaba en un placard, y de un teléfono celular Nokia, que había quedado sobre la mesa.
Cuando la mujer regresó, advirtió que el hombre ya no estaba en el comedor, y que la puerta principal estaba abierta. Luego en el dormitorio notó algunas cosas desacomodadas, y se percató que le había robado el dinero, que guardaba dentro de una caja, en el interior de un placard.
La damnificada se comunicó con la policía, y describió al malviviente, quien además se movilizaba en un automóvil rojo.