El hecho había sucedido el 7 de mayo del 2004, en “camino de las minas”, que lleva a Farallón Negro.
Cuando ambos se conducían a bordo de la camioneta conducida por la víctima, se trenzaron en una pelea, hasta que Romero tomó un hierro con el que golpeó a Reinoso, quien a su vez esgrimió un cuchillo con el que apuñaló 13 veces a la víctima.
El fiscal Jorge Silva Molina consideró el hecho como un homicidio con exceso en la legítima defensa, al entender que Reinoso fue víctima también de una agresión ilegítima.
A su vez el defensor Jorge Alberto Furque, pidió que el hecho se caratule como homicidio culposo, al sostener que el imputado actuó en estado de inconsciencia por su estado de embriaguez.
La sentencia se dictó por el voto mayoritario de los jueces Juan Carlos Sampayo y Roberto Dionisio Mazzucco.