Pero Bernasconi se anticipó a esa jugada y sin que nadie lo supiera se fugó a Brasil. Cuando el Senado lo destituyó, el ex magistrado hizo su descargo público a través de una carta leída por su hermana Blanca en la misma Cámara alta.
Entonces, el ex juez anunció su decisión de no entregarse a la justicia "porque una vida de servicio no es digna de circo" y porque no estaba dispuesto a ser "el pato de la boda".
Las desgracias de Bernasconi comenzaron cuando encabezó un amplio operativo judicial de supuesta lucha contra el narcotráfico, que incluyó la prisión del empresario Guillermo Coppola, manager del astro del fútbol Diego Maradona.
El proceso de instrucción que llevaba adelante Bernasconi recibió cada vez más cuestionamientos judiciales, hasta que finalmente sus principales colaboradores, el secretario del juzgado, Roberto Schlagel, y los policías Daniel Diamante, Antonio Gerase y Carlos Gómez, fueron detenidos, enjuiciados y condenados.
Bernasconi ganó notoriedad en el procedimiento por narcotráfico en el que detuvo al ex futbolista Alberto Tarantini, y la reforzó en 1996 en el operativo por drogas en el que allanó el departamento del representante de Maradona.
Este martes el ex número 10 del equipo nacional se presentó en los Tribunales de Comodoro Py, acompañado por Coppola, para escuchar el fallo que condenó a Bernasconi.
(Télam)