“Creo que me confundieron con otro chico”, afirmó Mariano, en un intento de explicar lo que sucedió el sábado a la madrugada. El joven contó que se encontraba en el VIP de un local bailable, ubicado en Junín al 100, cuando tres policías se le acercaron. “¿Por qué peleás? ¿Por qué armás quilombo?”, le recriminaron, de acuerdo con el relato de Mariano. El joven dijo que no llegó ni a reaccionar porque los policías lo sacaron del boliche, cruzaron la calle y lo tiraron al piso de un estacionamiento de la vereda de enfrente.
“También apareció el dueño del boliche y me pegaron entre los cuatro, me daban patadas y piñas”, contó Mariano. El joven estimó que el ataque duró casi 20 minutos y dijo que después perdió el conocimiento. “Los remiseros que estaban afuera del baile entraron al estacionamiento y les dijeron: ‘no le peguen más, miren cómo está, lo van a matar’. Gracias a ellos me dejaron de pegar”, recordó.
Según relató Mariano, uno de los taxistas lo cargó en su auto y lo llevó a su casa, ubicada en el barrio El Cruce. “Casi me muero cuando lo vi a mi hijo así”, contó Zulema Lobo, quien se despertó a las 5 y se encontró con su hijo ensangrentado. La mujer lo llevó al hospital Padilla y a la comisaría. “Después de hacer la denuncia me fui al boliche a gritarles, estaba enloquecida. Les pregunté a los policías por qué le habían pegado a mi hijo y ninguno me contestaba. El dueño no quería salir”, aseguró Zulema.
Mariano aseguró que pudo reconocer a dos personas en el momento de la agresión: Luis Coronel, el propietario del boliche, y un policía al que conoce -según dijo- porque golpeó anteriormente a uno de sus amigos. Coronel, por su parte, negó haber agredido a alguien. “No puede ser porque el viernes no tuvimos ningún inconveniente. Además, si hay un problema yo no intervengo”, aseguró el dueño del boliche. Y concluyó: “hasta ahora no me avisaron de ninguna denuncia”.
Legalidad
El boliche de Junín al 100 no pertenece a la Cámara de Discotecas de Tucumán, según aseguró el presidente de esa entidad, Rodolfo Di Pinto, quien lanzó una cifra preocupante: “siete de cada 10 boliches que funcionan en la capital no están habilitados como boliches sino como pubs”. Consultado sobre los peligros a los que se exponen los jóvenes cuando van a bailar, como robos o agresiones, Di Pinto consideró que “estas cosas pasan generalmente en los boliches ilegales, que no están habilitados”. En ese sentido, comentó que está programada una reunión con autoridades de la Provincia para analizar esta situación. “Es la legalidad lo que hace a la seguridad”, remarcó.
Fuente: lagaceta.com.ar