El hombre fue condenado por abuso sexual en dos casos, aunque fue absuelto de otras dos acusaciones en grado de tentativa y de dos delitos de usurpación de estado civil. La Audiencia también lo condenó a indemnizar a las jóvenes con 10.000 euros a cada una.
El Tribunal considera probado que en 2002 el hombre, identificado como Luis, elaboró un plan para conseguir citas con jóvenes con el fin de mantener con ellas contactos y relaciones sexuales haciéndoles creer que era una persona vinculada al mundo del espectáculo, para lo que utilizaba el nombre de directores de cine, productores, representantes de actrices o de agencias de modelos.
Para ello, publicó anuncios en diferentes páginas de Internet utilizando nombres de diferentes personas y entidades facilitando direcciones de correo electrónico para que las aspirantes se pusieran en contacto con él.
En otras ocasiones era él quien establecía contacto con las chicas, ofreciéndoles la posibilidad de realizar casting con la finalidad de decidir si intervenían en determinadas películas o series televisivas.
Una de estas jóvenes se contactó en 2004 con el acusado, quien le dijo que era fotógrafo y que buscaba actores para una película. Luis concertó una cita con ella, a la que le dijo que acudiría un preparador físico. Pero el propio acusado se hizo pasar por el preparador y abusó de la chica, al igual que lo hizo con otra de quince años.