El caso comenzó luego de la entrega de uno de los barrios de la zona sur de la Capital.
Trujillo empezó a frecuentar ese sector, ofreciendo suscripciones a “Directv”, para lo cual llevaba consigo varias fichas, y cobraba entre $100 y $ 150 a quienes le pedían el servicio, pero luego de ello desaparecía sin dejar rastros.
La supuesta participación de Vázquez, habría ocurrido en una ocasión en que llegó al barrio a bordo de un automóvil, que en su capot tenía una bandera con el logo del sistema de televisión.
Cuando las personas se dieron cuenta que no obtendrían el servicio, hicieron averiguaciones en las agencias de “Directv” de esta Capital, pero ni Trujillo ni Vázquez trabajaban en alguna de ellas.
Según parece el primero de ellos prestó servicios en alguna agencia, pero solo unos pocos días, y cuando se fue se llevó consigo algunas fichas de suscripción, con las que salió a ofrecer el servicio.