Según sindicaron fuentes policiales, los oficiales de la Patrulla Motorizada, Francisco Quiroga y José Sancarini, al mando del comisario Andrés Ocaranza, vigilaban la zona del barrio San Cristobal cuando fueron alertados por el llamado de un vecino, que vio como dos heladeros, de 27 y 47 años escapaban en bicicleta del lugar con una jovencita de 16 años -que padecería alguna discapacidad mental-, a quien habrían amenazado con un cuchillo.
Los sospechosos se habían alejado en sus bicicletas con la menor por el Canal Sur en dirección a la avenida Além, hasta perder de vista las últimas casas del barrio Ampliación Lapacho Sur, y se adentraron en una zona de cañaverales, a unos 500 metros del canal. Cubiertos por la tupida vegetación los hombres se aprestaban a abusar de la joven cuando fueron sorprendidos por los oficiales, que llegaron hasta allí tras las indicaciones de unos niños que se encontraban hondeando pájaros cuando vieron pasar a los heladeros con su víctima.
Quiroga y Sancarini encontraron a los dos hombres parados con los pantalones bajados en medio de unos pastizales al costado del camino, mientras que la joven, que había sido despojada de todas sus ropas, estaba tirada en el suelo.
Shockeada
Los oficiales lograron rápidamente detener a los sospechosos, antes de que pudieran perpetrar el ataque. A su vez, la adolescente recibió la ayuda de los policías entre lágrimas, producto de un shock nervioso.
Según indicaron los policías que se dirigieron al lugar, si bien la joven no habría sido violada por ninguno de los hombres, presentaba una lesión en el pecho, producto de un mordisco, por lo que debió ser atendida en un hospital.
En el barrio San Cristóbal los familiares de la víctima recibieron consternados la noticia. "Yo siempre les digo a mis hijas que no salgan, que no anden solas", fue lo único que atinó a decir el padre de la joven en medio de la desesperación, mientras los policías se acercaban para tomarle declaración.
Aberrante coincidencia
El intento de violación de los heladeros alertó a los investigadores, ya que el abuso se produjo en la misma zona donde se registraron los primeros ataques del violador serial al que la Policía busca desde hace más de dos años. El delincuente había atacado entre 2008 y el año pasado al menos a 10 menores, cinco de las cuales fueron violadas, según se confirmó mediante pericias genéticas. Las víctimas que había escogido el depravado fueron niñas de entre siete y 12 años de barrios del sur de la capital, de Yerba Buena y de Lastenia.
Personal de la División Homicidios y Delitos Complejos, que tiene a su cargo la búsqueda del violador serial, someterá a los dos detenidos de ayer a una extracción de cabellos y de sangre para hacer una comparación genética con el perfil que ya se tiene del peligroso pervertido.
Fuente: La Gaceta