El video con la imagen del autor del crimen fue grabado por una de las tantas cámaras de seguridad que la Policía Federal revisó en las inmediaciones de la cuadra de Marcelo T. de Alvear entre Talcahuano y Libertad, donde ocurrió el asesinato el 17 de abril.
"Quedó grabado en la huida, cuando luego de cometer la ejecución salió al trote por Talcahuano y luego dobló en la avenida Santa Fe. Lo captó la cámara de un banco", explicó a Télam uno de los investigadores.
El fiscal a cargo de la causa, Juan Andrés Necol, envió esas imágenes a la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal, con el propósito de que los expertos las mejoren para intentar obtener un fotograma claro del rostro del asesino.
De acuerdo a lo que reconstruyeron los detectives de la División Homicidios que trabajan el caso, en su carrera por la calle Talcahuano y por la avenida Santa Fe, además de efectuar disparos intimidatorios, el asesino se descartó de un buzo, una gorra, un par de guantes y del arma homicida.
Se trata de una pistola marca Bersa (de fabricación argentina) calibre 9 milímetros, que quedó tirada frente a la iglesia San Nicolás de Bari.
Necol también espera que los expertos en comunicaciones terminen de analizar las llamadas entrantes y salientes y los entrecruzamientos telefónicos de los cinco aparatos celulares y los 30 "chips" (tarjetas SIM con líneas telefónicas) que la víctima tenía en la camioneta Honda CR-V que dejó estacionada en el garaje de donde salió antes de ser ejecutada.
Si bien no dejaron trascender el contenido de su declaración, las fuentes confirmaron a Télam que ya fue localizada y declaró como testigo la mujer que acompañaba a Saldarriaga en Argentina.
Se trata también de una ciudadana colombiana llamada Alejandra Solano Estrada (36), aunque ingresó a Argentina a principios de abril con un pasaporte venezolano a nombre de Alexandra Alvarez.
Las fuentes contaron además, que el cadáver de Saldarriaga ya fue solicitado por su familia en Colombia, por lo que se están haciendo los trámites consulares necesarios para enviar el cuerpo.
Si bien el colombiano tenía documentación con la falsa identidad de Carlos José Brausin García, el fiscal ya tiene acreditado, a partir de las fichas dactiloscópicas que envió a Colombia, que en realidad la víctima es Jairo Saldarriaga Perdomo (39).
La principal hipótesis sobre el móvil del crimen es que Saldarriaga, alias "Mojarro" o "el Guajiro", fue ejecutado en el marco de una venganza narco, y que se encontraba "escondido" en Argentina porque ya en mayo de 2011 había logrado salir ileso de un atentando que tenía como fin eliminarlo cuando un grupo de sicarios acribilló a seis personas en una cancha de fútbol en la localidad de Villavicencio, cerca de Bogotá.
Según medios colombianos, Saldarriaga había sido guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y en la actualidad lideraba un ejército de 20 sicarios bajo las órdenes de Daniel "El Loco" Barrera Barrera, sindicado mayor narco de su país.
Ambos quedaron enfrentados en febrero de 2011, cuando "El Loco" acusó a "Mojarro" de haber entregado a la Policía un cargamento de 500 kilos de cocaína que iban a ser transportados a México.
El hecho ocurrió a las 18.45 del 17 de abril en Marcelo T. de Alvear, entre Talcahuano y Libertad, cuando el colombiano salía de un garaje y fue atacado a balazos por un hombre que llegó en moto.
Al menos un testigo vio cómo después de herir a la víctima -fue atacada por la espalda y en total recibió cinco balazos-, el asesino se acercó para rematarla de un tiro en la cabeza.
Un efectivo que estaba de consigna a media cuadra escuchó las detonaciones de arma de fuego y al aproximarse observó al hombre baleado en el suelo.
El asesino abandonó allí la moto marca Zanella, tipo enduro y recién comparada con la que había llegado y huyó corriendo hacia la avenida Santa Fe, momento en el que efectuó otros cuatro disparos intimidatorios para cubrir su fuga y perderse entre los transeúntes.