Uno de ellos bajó del rodado, la arrinconó contra la pared y bajo amenazas le quitó el teléfono celular y la billetera. Todo sucedió sin armas de fuego, luego de lo cual se dieron a la fuga a bordo de la moto, en dirección al norte.
La damnificada se dirigió a su casa, le contó lo sucedido a sus padres, y recién en ese momento se radicó la denuncia.