Los efectivos se trasladaron al viejo cementerio, ubicado a un kilómetro del centro de la ciudad, donde encontraron a los cuatro empleados municipales, quienes le comentaron sobre el macabro hallazgo.
Los obreros dijeron estar realizando tareas de desmalezamiento en las inmediaciones del viejo cementerio, cuando escucharon ruidos que provenían del interior, y al acercarse vieron a un perro que salía de una de las bóvedas.
Entonces observaron que en el interior había una bolsa, y al abrirla se encontraron con el cuerpo de un bebé recién nacido, que tenía solo los huesos de sus piernas, le faltaba un brazo y tenía consumido parte del tórax.
En el lugar solo se encontró el cuerpo comido de la criatura, lo que hace suponer que podría tratarse de un recién nacido y no de un feto producto de un aborto, ya que no habían restos de placenta ni cordón umbilical.
El cuerpo podría haber sido abandonado en la bóveda entre el viernes y el domingo últimos, y según su estado, es posible que al ser abandonado habría estado con vida. Su fallecimiento pudo deberse a un cuadro de hipotermia por las bajas temperaturas.
La Justicia dispuso que el cuerpo del bebé sea trasladado a la morgue del hospital local, para la realización de la autopsia.
Anoche una comisión policial desde esta Capital llegó a Andalgalá para establecer el sexo del bebé, el tiempo y las causas del fallecimiento.