Rivero, de 29 años, era oriunda de la localidad de Icaño, pero estaba viviendo en la cabecera departamental, por razones de trabajo.
La muerte se produjo alrededor de las 4.00 de la madrugada, y de inmediato se informó al fiscal en turno, Juan Pablo Morales, quien dispuso la autopsia para determinar si existieron circunstancias extrañas en el fatal desenlace.
Según las primeras versiones, el hecho habría ocurrido en forma accidental, ya que en realidad la víctima no tenía intenciones de prenderse fuego.