El pasado 31 de agosto, el mundo se conmovía con la aparición del cuerpo de Candela Rodríguez, la nena de 11 años que estaba desaparecida desde hace casi una semana y que era buscada por todo Hurlingham.
Carola Labrador, su mamá reconoció el cadáver en una bolsa de plástico. La policía dijo que llevaba muerta entre 24 y 36 horas. Hubo varios detenidos y luego fueron liberados.
Sobre el caso, se dice que pudo haber sido una venganza por un dinero que el padre de Candela se habría quedado tras un delito de piratería del asfalto. Pero la madre dice que no sabe nada y asegura ser “una víctima más”.
El 1° de noviembre en Glew, apareció otro cadáver de una nena. Se trató de Nicole Milagros Rodríguez, de 5 años que fue hallada ahorcada en un terreno baldío en el sur del Gran Buenos Aires. Por el hecho fue detenido su primo de 20 años, quien habría confesado a la Policía que cometió el crimen para vengarse del padre de la chiquita por un supuesto robo previo.
Este jueves 17 de noviembre, otro hecho conmocionó al país. Tomás Santillán, de 9 años, apareció muerto en un descampado en Lincoln y todo apunta a su padrastro, con quien la madre del nene habría tenido una fuerte discusión y posteriores amenazas.
“El nene le tenía terror, te lo puedo asegurar yo mismo, porque llevaba Cuello y era como si llegara el diablo”, dijo el tío del pequeño.
El fiscal dijo que “no hay dudas” de que el padrastro de Tomás es autor del crimen de esta nueva víctima de la venganza. Otro asesinato sin explicación.
Fuente: 26noticias.com.ar