Las investigaciones señalan que de los hechos participaron al menos cuatro varones. Uno de ellos, identificado como “Tito” Campero, de profesión enfermero, se encargó de “maquillar” el cuerpo de la occisa.
Este siniestro personaje de sangre fría se encargó de suturar el cuello de la joven, aunque esto fue insuficiente para lograr detener la enorme hemorragia que habría causado la muerte de la adolescente. Pero no todo quedó allí. Luego de tomar conciencia de lo ocurrido, habrían llamado a otro de los hombres que participó de los sucesos, que se desempeña como remisero y que se halla prófugo.
El les habría facilitado su automóvil para trasladar el cuerpo ya sin vida de Evangelina hasta el relleno sanitario de Tartagal, que se encuentra a escasos metros de donde reside la etnia chorote de esa localidad.
Intensa búsqueda
Hasta el cierre de esta edición (23.15), personal de la Brigada de Investigaciones junto a los uniformados de la comisaría 42 de Tartagal rastrillaban intensamente los terrenos del basural de esa localidad. Guiados por el relato de los partícipes del crimen, el cuerpo habría sido arrojado en medio de los residuos hacia un acantilado de unos doscientos metros, ubicado a un costado del relleno sanitario. Como el lugar no cuenta con iluminación artificial, los brigadistas tuvieron que recurrir a grupos electrógenos para continuar el rastrillaje.
Fuente: El Tribuno