Es que por sus fueros, Parrilli no podrá ser enviada a prisión al menos mientras continúe siendo magistrada. Será clave la posición que tome su defensa, que podría exigir que se posterguen las audiencias orales hasta que finalice la investigación sobre sus responsabilidades políticas que realiza el Consejo de la Magistratura porteño.
La elevación a juicio oral de la causa contra Parrilli es una situación inédita en la justicia penal contravencional. Es que nunca habían solicitado el juicio oral para una magistrada", dijeron las fuentes consultadas por Infobae.com.
Funcionarios judiciales del fuero explicaron que se la puede juzgar pero no se le puede aplicar pena de arresto, al menos hasta que se defina el juicio político que le están haciendo en el consejo de la magistratura porteño.
Las dos causas corren por separado, por un lado la causa penal que podría terminar con una condena a tareas comunitarias, y por otro la causa del juicio político que tiene por finalidad determinar si la jueza sigue en su cargo, se le aplica algún apercibimiento o si se la destituye.
Fuentes allegadas al fiscal aclararon que la figura con las que se imputó a Parrilli son delitos del código penal y no simples contravenciones, como se creía. Así, la jueza fue acusada de amenazas y de discriminación.
Mientras tanto, la Comisión de Acusación y Disciplina del Consejo de la Magistratura abrió formalmente la acusación contra la jueza, quien había sido denunciada también ante ese organismo por el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro.
Ahora, Parrilli debe realizar el descargo ante la Comisión, la cual luego evaluar si abre el proceso de remoción de la jueza, decide aplicarle una sanción disciplinaria, o bien rechaza las denuncias.
Fuente: Infobae.com