Durante mas de dos horas, la chica contó cómo decidieron cometer el robo en la casa de la escritora, junto a su novio Ezequiel Hernández y a otro menor, aunque dejó en claro que su participación en el hecho se limitó a cuidar a la víctima, cuando ya estuvo atada y amordazada.
Por momentos con lágrimas en los ojos, la adolescente pidió perdón a la familia de Narváez Acuña, como así también a su propia madre.
Sin embargo señaló que mientras la tuvieron detenida en la brigada de investigaciones, fue golpeada y amenazada por los policías, quienes le exigían que declare en cierto sentido, para perjudicar a su novio.