La dueña de casa advirtió la maniobra y llamó al 911, y en contados minutos arribaron al lugar dos patrulleros del Destacamento Turdera, cuyos hombres persiguieron al sospechoso quien para escapar saltó por una tapia.
El ladrón, cercado por los policías, en su desesperación para huir llegó hasta las calles Azcuénaga y Reconquista, donde le robó un Citröen C5 a una mujer que salía de su casa, tras lo cual tomó por la calle Azcuénaga, pero al llegar al cruce con Patricios, se topó con los dos móviles policiales.
Fue allí donde el delincuente,.con total desprecio por la vida ajena, enfiló con el rodado directa mente hacia los chicos que cruzaban en el cruce de las calles San Lorenzo y Patricios, siendo estos un grupo de escolares cruzaba la calle para ingresar al Colegio Santa Inés.
La acción del ladrón fue advertida por los dos suboficiales , quienes se gritaron "cubramos a los chicos" y en una rápida maniobra cruzaron los patrulleros en las citadas calles para evitar que el Citröen C5 atropellara a los niños dejándole al caco un espacio para que pasara sin lastimar a los escolares.
El auto con el ladrón pasó por un hueco entre la vereda y la calle a unos 150 kilómetros por hora, pero sin atropellar a los niños.
Al ver que los niños estaban bien los policías prosiguieron con la persecución del malhechor, la cual se extendió durante unas 50 cuadras por las localidades de Adrogué y Llavallol, hasta que el Citröen C5 chocó contra una casa de las calles Mercedes y Mendoza, donde su conductor literalmente voló por los aires para caer en la vereda.
A pesar del golpe el delincuente se levantó e ingresó a una casa con la intención de tomar rehenes, pero ya era tarde cuatro policías lo atraparon en el jardín.
La policía busca el arma usada por el ahora detenido la cual habría sido descartada durante la huida. (26Noticias)