Los ladrones pudieron ingresar a la casa, y sin que la mujer lo note uno de ellos fue directo al dormitorio.
Desde el interior de un ropero sacó un paquete en cuyo interior estaba el dinero, y sin dar mayores explicaciones, ambos emprendieron la fuga.
Entonces la mujer se dirigió al dormitorio, notó que la puerta del ropero estaba entre abierta, y se dio con la novedad que había sido víctima de un robo.