Los delincuentes entraron a la casa por una puerta lateral que da a la cocina, sin ejercer ningún tipo de violencia.
Allí tomaron la llave del Peugeot, se dirigieron al garaje y sacaron el automóvil sin que ninguno de los moradores de la casa se percatara de la situación.
El comando advirtió del robo a las patrullas y emitió el pedido de ubicación del mismo, pero a las 7.30, un móvil policial lo encontró abandonado sobre avenida Ojo de Agua, a pocos metros de los semáforos de avenida Ocampo.
El rodado había sido dejado bien estacionado mirando al sur, con toda la parte frontal abollada, producto aparentemente de una colisión. Del interior le faltaba el estéreo.
Horas después se percataron además, que en el portón de acceso a la vivienda, los delincuentes dejaron escrita una leyenda en directa alusión al juez.