En el caso ya fueron condenados Jorge Mario Nieva y Gastón Sebastián Fernández, mientras que Elizabeth Tatiana Arancibia sigue prófuga hasta la actualidad.
Los cuatro jóvenes planificaron y llevaron a cabo el crimen, con el propósito de apoderarse del automóvil de Marín, quien llevaba una relación sentimental con Ibáñez.
El 7 de setiembre de 1996, en horas de la madrugada, “Moira” llevó a Marín hacia un descampado cercano al ex Hotel Sussex, donde los varones le abrieron la puerta, y cuando la víctima quiso bajarse, Nieva lo tomó de atrás mientras que Fernández le aplicó fuertes golpes en la cabeza con una mancuerna, y le produjo la muerte en el acto.
Luego los cuatro homicidas cargaron el cuerpo en el auto y lo llevaron a una finca de Valle Viejo, donde lo abandonaron.
Las mujeres, con la excusa de ir a cargar nafta, se alejaron del lugar y desaparecieron, mientras que Nieva y Fernández fueron atrapados cuando intentaban abandonar la provincia.