Al día siguiente, a las 9 de la mañana, Álvarez cometió diversos ilícitos bajo efectos de la cocaína.
En primer lugar entró al domicilio de Gregorio Adolfo Antoni, en el barrio 920 viviendas casa 453, donde rompió el vidrio de la puerta del acompañante de una camioneta Chevrolet LUV, pero no logró robar nada, ya que fue sorprendido por el dueño de casa y se dio a la fuga.
Media hora mas tarde, entró a la casa de la familia Herrera, en el mismo barrio 920 viviendas, donde robó $40, pero al ser descubierto por Ruth Elizabeth Herrera, se dio a la fuga y fue perseguido por un menor, que no logró alcanzarlo.
Posteriormente Álvarez entró a la casa de la familia De La Orden, en el barrio Circulo Médico, donde sin ejercer fuerza o violencia, se hizo de un cuantioso botín, que incluyó teléfonos celulares, joyas de todo tipo y valor, relojes y dinero. Al ser sorprendido por una mujer, saltó hacia un inmueble vecino y de allí hacia un campo.
A todo esto la policía andaba buscándolo, y fue entonces que los efectivos Carlos Alberto Rodríguez y Jessica Roldan, de la Comisaría Quinta, a bordo del móvil policial recorrían la zona alta cuando vieron a un sujeto en un descampado, entre los barrios Lomas del Tala y Las Tres Marías.
Como la vestimenta y características eran similares a las del ladrón que buscaban, el cabo Rodríguez se bajó del móvil y caminó hacia el sospechoso. Pero al darle la voz de alto, el sujeto salió hacia el monte, de repente se dio vuelta y realizó un disparo con arma de fuego, para darse a la fuga.
Álvarez fue detenido dos horas después en calles Marcos Figueroa y Francisco Latzina, con algunos elementos hurtados en la casa de De la Orden.