En las últimas horas, declaró ante la policía y confesó que mató a su amigo (el nene de 10 años) en defensa propia, porque el chico ya había asesinado a su madre adoptiva y a sus abuelos. Así lo afirman los investigadores del horroroso hecho.
En un principio, se detuvo a un vecino de la familia asesinada, con las sucesivas declaraciones que se le tomaron al chico que dijo haber sido testigo de la masacre y que fue quien pidió auxilio. Se hablaba de una supuesta venganza donde un sujeto mayor había cometido el cuádruple crimen.
Pero en pocas horas, todo cambió. "El adolescente dijo que el nene de 10 años, adoptado, fue quien asesinó a la madre y los abuelos; luego quiso atacarlo a él, que estaba jugando en la computadora de la vivienda", contó una fuente de la investigación.
Sn embargo, para la Fiscalía de Delitos Complejos, este adolescente que se salvó y sólo presenta un corte en una mano, pasó a ser sospechoso. Este chico es oriundo de San Juan, vive con su abuela y es inimputable por su edad.
El atacante se ensañó con la madre del nene, a la que acuchilló 20 veces, mientras el abuelo recibió 10 puñaladas. También declaraba a primera hora, Patricia Miguel, docente y hermana de la maestra asesinada que reside en Lavalle, otra localidad mendocina.
Los investigadores analizan dos cuchillos que habían sido encontrados en la escena del crimen.
Las víctimas son Ezequiel, de 10 años adoptado por la maestra Mónica Miguel, de 49 años y también asesinada. Y sus abuelos, Sara García de Miguel y Alí Miguel, ambos jubilados de comercio y de 79 y 84 años respectivamente. El "8 de Mayo" es una barriada humilde, de gente trabajadora.
Según vecinos allegados, Mónica adoptó y había criado sola a Ezequiel. Vivía con sus padres y no se le conocía relación sentimental alguna. La gente aseguró que era gente humilde y trabajadora y que quedó conmocionada por lo ocurrido.