Tras permanecer encerrado en la vivienda unas cuatro horas, el hombre salió, entregó dos revólveres que llevaba y dejó que los policías lo esposaran para conducirlo a la seccional local.
Los voceros explicaron que ningún integrante de la familia pensó que la situación iba a terminar así, ya que el hombre había llegado a la casa de buen ánimo e, incluso, le había pedido a su ex yerno que le cebara unos mates para conversar. (Télam)