La historia comenzó la madrugada del lunes, cuando en una casa de Pascual Brusco al 2200, en el barrio Virgen del Rosario, Eva Malagueño recibió la agresión fatal. El hombre y la mujer habían sido pareja, pero en la actualidad estaban separados. En un momento dado, el sujeto agarró un hacha y golpeó en la cabeza a su víctima, para luego darse a la fuga.
Malagueño, de 36 años, fue trasladada primero al hospital Jaime Ferré, pero debido a la complejidad del caso tuvo que ser derivada al hospital Cullen, de Santa Fe, donde murió a media mañana. Pese a los esfuerzos, los médicos no pudieron salvarla.
En base a las descripciones que obtuvieron del agresor, de unos 46 años, efectivos policiales llevaron a cabo una intensa búsqueda para dar con su paradero.
Un cuerpo. Hacia el mediodía del mismo lunes, el cuerpo de un hombre fue hallado sin vida en un camino rural. Hasta allí se trasladaron los agentes y personal de Policía Científica, quienes confirmaron que se trataba del sujeto que estaban buscando, de apellido Hoyos, de 46 años, que murió por ahorcamiento.
El cadáver fue hallado a un costado del camino, a unos 700 metros de la vivienda donde ocurrió el crimen, un el barrio periférico ubicado en la zona oeste de la ciudad.
Según una fuente de la Unidad Regional V de policía, el hombre tenía una orden de exclusión del hogar dictada por el Juzgado de Familia de Rafaela, desde hacía una semana aproximadamente. En la casa de calle Pascual Brusco al 2200 habían vivido junto a sus cuatro hijos, cuyas edades no trascendieron.
Ciudad en vilo. Pese a que se desconoce el motivo por el cual Hoyos decidió darle un certero hachazo a su pareja en la cabeza, trascendió que la noche del domingo, ambas personas habían estado juntas. Siendo las 6 del lunes, se desencadenó el brutal crimen.
El hecho tuvo en vilo a la localidad del oeste santafesino, que durante la mañana fue enterándose del caso, primero de la agresión, luego de la muerte de la mujer y de la aparición de un cuerpo, hasta la confirmación de la identidad del cadáver hallado junto a un árbol.
Fuente | lacapital.com.ar