Ocho meses después la historia se repitió. María José Gordillo, de 16 años, murió luego de que una bala ingresara en su pecho, cuando estaba en la puerta de su casa, en el pasaje Lautaro al 3.600. Todo se habría originado en una pelea entre dos familias desde 2000, aunque el autor del disparo habría sido un sargento de la Policía que estaba en el barrio.
Las piedras
El homicidio de ayer ocurrió a las 15.30. Fueron ocho los testigos que declararon durante la tarde en la división Homicidios y Delitos Complejos, a cargo del comisario Hugo Cabeza. Una fuente policial comentó que todos fueron coincidentes en el relato.
Los Gordillo, según dijo el jefe de Policía, Jorge Racedo, mantienen una vieja enemistad con los Galván. Las viviendas de las familias están separadas por dos casas y por una iglesia evangélica. En uno de esos dos domicilios, se estaba desarrollando un asado. Los testigos que declararon en la causa habrían contado que dos integrantes de la familia Gordillo pasaron por el frente de la casa de los Galván, y estos los insultaron. La gresca habría continuado con piedras que volaron de una casa a la otra. En el medio, algunos de los elementos arrojados cayeron en la vivienda en la que se hacía el asado, impactando en los vehículos. Los asistentes a la celebración salieron a la vereda para pedir que se ponga fin al lanzamiento de piedras.
"La madre de la chica que murió corrió hasta una casa que tiene custodia policial por otro hecho para pedir ayuda, pero los agentes le dijeron que ellos no podían moverse de ahí", comentó uno de los vecinos.
Cuando personal de la seccional 8ª llegó al barrio, se escucharon los disparos. La víctima estaba parada en la vereda de su casa, debajo de un árbol, cuando recibió el tiro. Los testigos coincidieron en señalar que el autor del disparo fue un hombre que estaba en el asado, quien se había molestado porque uno de los autos apedreados era el suyo.
Tres aprehendidos
La Policía aprehendió al sospechoso. Una fuente policial comentó que se trata de un sargento que cumple tareas administrativas en el grupo CERO. Con él tenía su pistola reglamentaria. También fueron demorados dos hombres, entre ellos un menor, que habrían participado de la trifulca previa a los disparos. Cuando el Grupo CERO y de otras dependencias policiales llegaron al lugar, fueron recibidos por una lluvia de piedras. Los vecinos estaban molestos al saber que el presunto homicida es policía. Hubo que desplegar un amplio operativo para "calmar las aguas".
Al lugar llegaron el fiscal Guillermo Herrera, Racedo, el segundo jefe de la Dirección General de Investigaciones, Humberto Ruezgas, y Cabeza, que supervisaron las primeras pericias. Frente a la iglesia evangélica encontraron una vaina servida. Dos más estaban frente a la casa de los Gordillo. "En esta zona son habituales los enfrentamientos entre familias, que se agravan los fines de semana largo por el consumo de alcohol. Las familias que supuestamente participaron de este hecho ya tuvieron rencillas. Vamos a esperar las declaraciones y las pericias", dijo Herrera.
Fuente: lagaceta.com.ar