El menor de los hijos jugaba con fósforos en un dormitorio, mientras su madre y sus hermanos se encontraban en otra habitación.
El menor le encendió unos papeles sobre el colchón, lo cual hizo que el fuego se extienda rápidamente, y la habitación quedó envuelta en llamas.
El chico salió corriendo y al gritar alertó a su madre y a unos vecinos, quienes trataron de combatir el fuego con baldes y mangueras.
Efectivos de la comisaría Segunda y una dotación de bomberos llegaron al domicilio, pero no pudieron evitar que los daños fueran casi totales.
Las llamas consumieron los colchones, parte de las camas, prendas y otras pertenencias. La joven madre y sus hijos quedaron con lo puesto.