Un sujeto con el rostro cubierto por una gorra y una bufanda de color negro, se acercó al mostrador con un arma de fuego y le exigió a la empleada el dinero.
Pero la mujer lo había entrar, por lo antes presionó el botón de la alarma para alertar a la policía, aunque no funcionó.
Según contó la mujer, el ladrón estaba muy nervioso, y cuando escuchó una sirena salió corriendo sin concretar el robo, por la avenida en dirección al norte.