De repente, desde un baldío comenzaron a llover piedras que impactaron en los vidrios de las ventanillas, algunos de los cuales estallaron y cubrieron el pasillo de peligrosos fragmentos.
Una adolescente que viajaba con su madre, trató de cubrirse el rostro con las manos pero de igual manera sufrió lastimaduras.
El chofer del micro se comunicó a la empresa y a la policía, para pedir una ambulancia que asista a la menor, y a otras dos mujeres que sufrieron crisis de nervios.