Según se supo, el joven estuvo desde varias horas antes junto a su familia, y en ese lapso ingirió bebidas alcohólicas.
Cuando regresó a su casa, tuvo una discusión con su concubina, por motivos que no trascendieron.
Entonces tomó un revólver calibre 22 corto, con el que se dirigió a la plaza de esa localidad, se colocó el arma en la cabeza y gatilló.
De inmediato el hombre cayó al suelo, en medio de un charco de sangre, pero con vida, por lo que fue socorrido por una ambulancia que lo trasladó a esta Capital.
Después de la medianoche, el frustrado suicida entró al hospital San Juan Bautista, y primero lo llevaron a sala de reanimación, luego de lo cual quedó en cuidados intensivos.
Los policías de Los Varelas informaron al fiscal en turno, Marcelo Sago, quien dispuso una serie de medidas judiciales.
El magistrado ordenó que se le realice el dermotest, para descartar que en el hecho haya intervenido otra persona.
En el hospital de urgencias se informó anoche que la víctima permanecía internada en cuidados intensivos, con pronóstico reservado, y con el proyectil aún alojado en su cabeza.