La hipótesis que cobra fuerza es la que apunta a que la perra conocía al asesino de la mujer.
En su testimonio que consta en la causa, Carlos Carrascosa, marido de García Belsunce, relató que fue hasta su casa precisamente para ayudar a guardar la perra en el canil, porque su esposa iba a tener ese día una sesión de masajes. (Télam)