oriundo de la Localidad de San José, fue atropellado por la Toyota Hilux N° 410, piloteada por Eduardo Amor, de 48 y oriundo del barrio porteño de Villa Devoto. Para la madre y toda su familia, Amor fue el que embistió abruptamente en la ruta a su hijo, en una competencia automovilística ajena a un humilde trabajador, quitándole la vida aquella triste mañana, a casi un año del luctuoso episodio.
El hecho fue llevado por la familia Reales a la Justicia a través de su apoderado legal, el Dr. Hernán Sierralta, quienes iniciaron a principios del año pasado un Juicio al piloto Amor, y que el viernes 30 de diciembre pasado, Sierralta por pedido de sus clientes, realizara en la Fiscalía local una presentación Urgente, a los fines de impedir que el competidor se lo prive de correr en suelo Catamarqueño y en especial en toda la extensión del Departamento Tinogasta.
Ahora la Sra. Verónica Reales envuelta en un inmenso dolor e impotencia exclamaba: “que alguien entienda el dolor de una madre que esta dispuesta a todo y si la justicia no hace lugar a mi pedido, seré yo quien se lo va a impedir”.
Por último el Dr. Sierralta, que acompaño a la familia en su recorrido por los medios de comunicación, dio su opinión al decir: “La familia hizo el pedido en tiempo y forma, pese a la Feria Judicial nos deben responder por si o por no”, dijo Sierralta para luego agregar: “este piloto (Eduardo Amor), vuelve a pasar a metros de la casa del fallecido y por el mismo lugar donde ocurrió de deceso de Marcelo Reales a causa del impacto que le produjo el vehículo del piloto del Dakar”, y agregó, “y si es cierto que va pasar por ahí, ¡Quién le quita a la madre la idea que el piloto tendrá que pasar por sobre su cuerpo? Sentenció.
Habrá que esperar que suceda en las próximas horas. Casi un año y el piloto Amor volvería a pasar por el mismo lugar donde cesgo la vida de un hombre de campo muy humilde, que dejó sin padre a un montón de hijos y el dolor irreparable de una madre que estaría dispuesta a todo.
Gentileza: vocesescritas.com.ar