En las últimas semanas, Laura Ibáñez fue blanco de amenazas anónimas en su teléfono celular.
Los llamados le advertían que “la pasaría muy mal”, o que le quedaban “pocos días de vida”, si seguía insistiendo con las marchas, o peor aún, si seguía metiéndose con el Dr. Polti.
El martes a las 20 horas, un nuevo llamado al celular puso en alerta a la chica, quien se acercó rápidamente a la comisaría de Recreo mientras mantenía al desconocido en línea.
A todo esto, se identificó el número de la llamada, que provenía de un locutorio ubicado en la terminal de ómnibus de Recreo, es decir a solo dos cuadras de la dependencia.
Cuando llegó el móvil al lugar, los policías vieron que adentro había una sola cabina ocupada, por un hombre de unos 35 años, quien al ver que lo estaban esperando afuera, colgó rápidamente y salió intentando explicar que solo era una broma.
El sujeto fue detenido y anoche lo indagó el fiscal Hugo Burgos por el delito de amenazas.
Al parecer en esa ocasión el acusado admitió haber cometido el hecho del martes, pero desconoció los anteriores.