Los disparos generaron preocupación en Villa Luján. Entre gritos y estallidos, finalmente, "Pirincha" cayó al piso, malherido. Sin embargo, aunque acababa de protagonizar dos tiroteos -en los que salió claramente derrotado-, el muchacho no se rindió: "decí que no he tenido más balas, porque si no en la cabeza te iba a meter, la c... de tu madre", le dijo, desde el suelo, a uno de los agentes.
En actitud sospechosa
Todo comenzó cerca del mediodía, cuando personal de la seccional 7ª recorría la zona de calles San Juan y Viamonte. "Cuando ’Pirincha’ vio a los agentes, tomó una actitud sospechosa, por lo que aquellos se acercaron y el sospechoso sacó un arma de fuego", indicó una fuente policial. Al parecer, lo que empuñaba el muchacho era una pistola calibre 9 milímetros que habría sido robada el jueves de una casa situada en Mendoza al 2.700, según el parte oficial.
Así, comenzó un tiroteo del que el joven no salió bien parado: cuando trató de escapar por calle Viamonte, recibió un disparo en la nalga. "Aunque estaba herido, logró entrar en una casa y saltar una tapia", indica el informe oficial. "Pirincha" había logrado huir, pero no iba a llegar muy lejos.
El oficial Eduardo Nicolás Marchán, que acababa de hacer el disparo, llamó a sus jefes y en el acto se montó un operativo cerrojo en esa zona.
Una vecina que estaba tendiendo ropa en la soga fue la primera que dio una pista. Luego, otras personas del lugar les indicaron el camino a policías, que trabajaban al mando del comisario Luis Mansilla.
En la zona de calle San Juan al 2.900, finalmente, dos agentes de Patrulla Motorizada, Leguina Alvarez y Juan Paz, se cruzaron con "Pirincha".
El muchacho, malherido, sacó de nuevo la pistola, la remontó y amenazó a los policías, según el parte de la fuerza. Así, a duras penas, trató de escapar nuevamente.
Pero lo tenían sitiado. Mientras Alvarez sostenía una escopeta con postas de goma, Paz rodeó al sospechoso con su arma reglamentaria. Y, mientras escuchaba cómo "Pirincha" amenazaba a su compañero, este último presiónó el gatillo.
El joven cayó al suelo en el acto, con la mano ensangrentada, y comenzó a insultar a los policías. "Me metieron un tiro aquí, en la mano, estos giles", les dijo a unos allegados que se habían acercado a ver cómo estaba. Un médico lo revisó en el lugar. Luego, en una ambulancia, a "Pirincha" lo llevaron al Hospital Padilla, donde quedó internado. Según la Policía, está fuera de peligro.
Fuente: lagaceta.com.ar