Norma Morales de Castillo y Antonia Martorelli, se contradijeron en un episodio del 24 de octubre del 2006.
Martorelli es una de las testigos que afirma haber visto el momento en que Páez levantaba a Rocío en su moto. Según la joven, la escena también fue presenciada por Morales de Castillo, quien se encontraba en la vereda de su despensa, al lado de la casa del acusado.
El segundo careo fue entre Morales y Miguel Ángel Rodas, y se debió a que éste último afirmó que el sábado 28 de octubre, cuando salía junto a Ivana Ubilla a buscar a Rocío, la vecina lo llamó a él para comentarle que la chica se había ido con Páez la mañana del 24.
Ambas versiones fueron negadas enfáticamente por la testigo, quien se mantuvo en sus dichos, al igual que Martorelli y Rodas.
También declaró la psiquiatra forense Martha Elizabeth Barrionuevo, quien ratificó sus conclusiones periciales, en las que señaló a Páez como una persona que “no es peligrosa para sí misma, pero sí para terceros”.
Recordó la médica que en él se encontraron elementos de irritabilidad, impulsividad, baja tolerancia a la frustración, y lo consideraron un “antisocial”.
La psiquiatra señaló que Páez aun mantiene las características de personalidad “borderline”, y ante preguntas de la defensa sostuvo que “puede llegar a cometer un homicidio ante un rechazo”.
También declaró la licenciada en psicología Mara Barrionuevo, quien calificó al acusado como una persona con rasgos de neurótico obsesivo, los cuales se caracterizan por ser esquemáticos y rígidos, pero que pueden perder el control en situaciones que los afectan.
De todos modos la profesional, que entrevistó a Páez en tres ocasiones, señaló que el acusado puede tolerar ciertas citaciones de tensión gracias a su formación policial.
Los peritos que analizaron los informes de las llamadas y mensajes de los celulares, también comparecieron ante el tribunal.
Jorge Alberto Cippitelli y Juan Carlos Marchioli reiteraron que se debió haber realizado una triangulación para poder determinar la ubicación exacta de los teléfonos, en el momento en que fueron activados.
Mas allá de estas explicaciones, de los informes se desprende que durante el 24 de octubre del 2006, el teléfono de Manuel Páez se activó en diversas ocasiones, y que fue captado por distintas antenas.
La mayoría de esas llamadas están registradas después de las 10 de la mañana, y se extienden hasta las 18.20 u horarios nocturnos.
Pero se pudo determinar que el celular del acusado no recibió ni emitió llamados, entre las 9.16 y las 10.01 de la mañana del martes 24 de octubre.