“Necesitamos volver a vivir en paz. Yo elegí justamente venir a vivir a Tinogasta por su tranquilidad, pero ahora los hacemos con mucho miedo. Queremos justicia, queremos que la policía nos cuide y nos de la tranquilidad de volver a andar con seguridad por la calles de nuestro pueblo y sobre todo que nuestros hijos vuelvan seguros a casa”, dijo una vecina.
La ira de los Tinogasteños nació luego de la feroz golpiza que sufrieran las hermanas Quinteros el miércoles por la noche cuando fueron asaltadas en su propio domicilio ubicado por calle 25 de mayo y Catamarca, en pleno centro de la ciudad y a dos cuadras de la sede policial.
El hecho ocurrió a las 23 horas, cuando dos personas desconocidas, previo golpear la puerta de la casa y aprovechando el momento en el cual una de ellas procedía a abrir la misma, ingresaron violentamente hacia el interior portando en sus manos un arma blanca con la que amenazaron a ambas, y ante la resistencia, golpearon el rostro de una de las mujeres, que le causó un corte en la boca, y lesión en el malar izquierdo, para posteriormente maniatarlas a ambas.