Sorpresivamente, y en medio de un impresionante dispositivo de seguridad, Beira Mar fue retirado de la cárcel de máxima seguridad de Bangú I, en la periferia de Río de Janeiro, y trasladado en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña al penal de seguridad máxima en Presidente Bernardes, en el interior de Sao Paulo.
La transferencia de Beira Mar, a quien la justicia brasileña señala como uno de los mayores narcotraficantes de América del Sur, fue decidida el miércoles por la gobernadora de Río de Janeiro, Rosinha Matheus, luego de un acuerdo con su homólogo de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.
Desde su celda, Beira-Mar ordenó el lunes y el martes una serie de acciones violentas que sembraron el pánico en Río de Janeiro y tuvieron una fuerte trascendencia internacional que preocuparon al gobierno de Lula. (Télam-SNI)