El desconocido vestía ropa de trabajo de color verde oscuro, con la leyenda de la empresa de transportes “La Sevillanita”.
Según la damnificada, el individuo llegó al geriátrico y habló con el personal administrativo, a quienes les ofreció una computadora.
En primer momento pedía $ 1.500 por la máquina, pero al cabo de as negociaciones terminó vendiendo en $ 800 a una de las profesionales del geriátrico, de apellido Luna.
La mujer fue a buscar el dinero, y el falso vendedor fue hasta la camioneta que había dejado estacionada frente al inmueble, sacó una caja y se la entregó a la mujer a cambio del dinero.
El sujeto se retiró y Luna llevó la caja a una de las oficinas, donde la abrió pero en vez de una computadora, sólo encontró piedras y papeles de diario.
La damnificada describió al ladrón como un hombre robusto, de tez blanca, y con una cicatriz de una quemadura en el ojo derecho, que se conducía en una camioneta roja, pero no pudo especificar marca ni modelo.