En uno de esos operativos se había secuestrado un Renault Twingo, dentro del cual había tres kilos de cocaína ocultos en uno de los parantes. Los investigadores llegaron así a Oballe quien figuraba como quien solía conducir ese automóvil y vivía en Jujuy.
Una comisión de la Policía Bonaerense viajó a esa provincia y comenzó a hacer tareas de inteligencia. “En la puerta de su casa tenía otro Twingo y ya estaba chequeado que en marzo había estado en hoteles de Buenos Aires justo cuando se desbarató una ‘cocina’ de la droga en La Matanza. Y después, por escuchas telefónicas, supimos que preparaba otras entregas . Hablaba de que iba a trasladar 24 personas o 21 pasajeros. Estaba claro que, en realidad, hablaba de kilos de droga”, dijo a Clarín una fuente judicial.
El viernes Oballe salió de Jujuy con la droga que, aparentemente, iba a buscar a Bolivia. Para que sólo pareciera un viaje familiar, en el auto viajaban su mujer y sus cuatro hijos (el mayor de ellos de 16 años). Al momento de la detención su esposa estaba amamantando al más pequeño, un bebé de meses.
“ Es común que los vendedores de droga lleven a la familia y sobre todo a los chicos . Lo hacen para despistar y no llamar la atención en sus entregas. Ya hemos encontrado droga, en muchos casos, escondida hasta dentro de los juguetes de los chicos”, aseguró una fuente judicial. Y aclaró que la mujer y los menores quedaron libres.
Todos los detenidos en la causa iniciada en marzo están acusados de tráfico, distribución y comercialización de droga. Y según las fuentes, “con Oballe se llegó al proveedor que entregaba a los distribuían en la Provincia y la Capital Federal. Con esta detención llegamos a todos los eslabones de la banda”, aseguró un vocero.