Según fuentes de tribunales, el acusado dijo que el viernes, al salir de la cárcel, su intención era viajar a la provincia de La Rioja, hacia donde presuntamente se dirigía con un amigo en un vehículo.
Pero esa tarde llegaron a un lugar que el acusado dijo no conocer, y de un momento a otro su amigo desapareció sin dejar rastros.
Villafuerte dijo que buscó refugio porque hacía frío, y que el único lugar que encontró abierto era la iglesia, donde pasó la noche del viernes.
El sábado a la mañana al despertarse, vio los objetos que había en la parroquia, y sin pensarlo mucho decidió llevárselos.
Básicamente esa es la explicación que dio el acusado, quien fue interrogado sobre los motivos que lo llevaron a cometer este nuevo hecho, pero sus explicaciones no denotaban un sentido concreto.