El hecho tuvo como protagonista, según la versión policial, a Sixto Nicolás Nieto, de 40 años, que tiene residencia en un sector del barrio "Joaquín V. González" quien circulaba en su unidad Fiat Uno, gris, dominio IAX 717, perteneciente a la empresa de remises "Niño Alcalde".
El servidor público circulaba alrededor de las 20,30, por la calle colectora que corre paralela a la avenida Juan Manuel de Rosas y al llegar a la calle Matienzo, metros antes de la Estación de Servicio Shell, fue abordado por dos personas quienes le requirieron el transporte hacia la zona del aeropuerto.
Las dos personas, que fueron definidas por el damnificado como mayores de edad, subieron al vehículo con una bolsa negra, tipo consorcio y tomaron rumbo por la avenida que conduce hacia el aeropuerto "Almandos Almonacid", pero antes de llegar al lugar, uno de los pasajeros lo amenazó con un arma blanca.
Acto seguido se sumó al ilícito el otro pasajero y en medio de las amenazas le exigieron la entrega de la recaudación, motivo por el cual el remisero les depositó 150 pesos, y sobre lo llovido mojado, los ladrones le sacaron el reloj ticketero.
Todo esto ocurría, de acuerdo al relato del damnificado en el interior del rodado y una vez consumado el hecho, los malvivientes maniataron el cuello del conductor en el apoya cabezas y las manos en el volante, para lo cual utilizaron un precinto plástico negro y acto seguido descendieron y según pudo observar Nieto, los aguardaba una motocicleta Yamaha Crypton, roja, en la que los tres emprendieron la huida hacia los barrios Virgen del Valle o Andacollo.
En medio de esa incómoda posición el remisero logró zafar de las ataduras del volante y así pudo poner en marcha el vehículo y tomó rumbo por la ruta hacia la ciudad, previo a lo cual ingresó al destacamento de Gendarmería Nacional donde alertó al personal sobre la sucedido y quienes de inmediato se comunicaron con la Comisaría III, a quien dieron aviso del hecho.
A los pocos minutos se hizo presente una comisión policial de la III la que tomó intervención en el caso e inició las averiguaciones para dar con el paradero de los malvivientes.
Una vez liberado de las ataduras, el propio conductor shockeado aún por lo sucedido se dirigió a la comisaría donde radicó la denuncia, mientras que el personal policial extendía un alerta por la jurisdicción en procura de localizar a los asaltantes.
Fuente/ elindependiente.com.ar