Ochenta segundos después de despegar con siete tripulantes, la nave se convirtió fugazmente en una bola de fuego debido a la explosión de parte de los dos millones de litros de combustible.
Valuado en 1.200 millones de dólares, el Challenger desarrollaba en el momento del accidente una velocidad de 3.181 kilómetros por hora y se encontraba a 16 kilómetros de altura.. (Télam-SNI).-