Según un comunicado de prensa de la Universidad de California, durante la cirugía convencional, la catarata es retirada y sustituida por la lente, que hace posible focalizar imágenes en la retina y proporcionar una visión postoperatoria clara.
Daniel Schwartz, coinventor de la lente afirma que “la tecnología permite hacer ajustes una vez que la lente está colocada en su lugar, y se ha producido la cicatrización. Esto contribuye a alcanzar la visión de distancia óptima después de la cirugía, sin necesidad de anteojos".
Los ensayos clínicos demostraron el alto grado de eficacia del invento. De un total de 24 pacientes, 21 mantuvieron una agudeza visual dos años después de la cirugía.
Schwartz piensa que la lente intraocular también podría ser útil en el tratamiento de la miopía severa y la presbicia, la pérdida de visión para la lectura que ocurre con la edad.