"Yo nací políticamente con la misma edad que muchos ustedes tenían, en momentos muy difíciles en los que levantábamos la mano para oponernos a la dictadura. Este maravilloso país tiene la inmensa suerte de que, a diferencia de otras épocas pasadas y lo que pasa en otros países, los jóvenes se convocan a la plaza para festejar con alegría", dijo la Presidenta.
En su discurso, la mandataria destacó el "valor político que tiene para la construcción democrática" la convocatoria popular.
En una Plaza de Mayo soleada y atestada de militantes, Fernández agradeció a los movimientos sociales, porque fueron "la vanguardia del Gobierno en los momentos más difíciles".
"Chicos, enrollen las banderas así puedo ver a tantos jóvenes por favor. Después las vuelven a subir", instó con una sonrisa la Presidenta al principio, para luego "agradecer a todos" los que concurrieron a una "Plaza de Mayo hermosa".
La jefa de Estado agradeció entonces "a todos los movimientos sociales" por haber sido "la verdadera vanguardia del Gobierno en los momentos más difíciles".
Un momento de emoción para la jefa de Estado fue generado por los militantes que, con cánticos, evocaron a su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.
Entonces, la mandataria remarcó que "él" vive "en cada uno de los que han vuelto a creer en la construcción colectiva de una Argentina".
"Él vive en los jóvenes, en los trabajadores, en las mujeres, en los estudiantes, los docentes, los científicos que han vuelto", subrayó.
Antes de retirarse, la Presidenta entonó la canción de Los Caballeros de la Quema "Avanti morocha", bailó, se abrazó con su hija Florencia, sonrió con su otro heredero, Máximo, y agradeció a los presentes por "el aguante de siempre".