El tribunal de apelaciones de Dusseldorf dijo además en la sentencia que RapidShare no puede examinar individualmente cada elemento que almacena en sus servidores.
De ese modo avaló el funcionamiento de una plataforma utilizada por millones de piratas en la web, que anónimamente suben contenidos ilegales a la web.
RapidShare fue fundada en 2006 y desde ese año enfrentó numerosas demandas por parte de diversas empresas. En este caso, la acción legal fue iniciada por Capelight Pictures.
El tribunal estima que el servicio de RapidShare no funciona como un motor de búsqueda y que son los usuarios los que deciden qué archivos suben y en qué forma los publicitan frente a otros.
Por último, el tribunal reconoció que RapidShare reaccionó ante la petición de los dueños de los derechos intelectuales y eliminó el contenido en cuestión.
Fuente: Infobae