Luego de realizar ensayos en el laboratorio con diferentes formulaciones lograron incrementar el 10,7% de proteínas totales y del 58% de lisina, un aminoácido esencial.
Al tomar en cuenta la cantidad de lisina presente en los panes y las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se obtiene un “score químico” que mide un importante aspecto de la calidad nutricional del alimento. De acuerdo a ese indicador, los panes con la incorporación de harina de arveja incrementaron el 22,4% su score químico, en comparación con los panes elaborados exclusivamente con harina de trigo.
“Hicimos un pan más saludable que puede ayudar a mejorar la alimentación de aquellas poblaciones que llevan una dieta muy monótona; con esto estaríamos incorporando un producto con una mejor proteína. La diferencia no se da tanto en la cantidad como en la calidad protéica. También puede ser un producto atractivo para personas interesadas en una alimentación saludable”, detalló María Celia Alasino, flamante magister en Ciencia y Tecnología de Alimentos del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL.
Fuente. agencia CyTA