"No soy quien para acusar a nadie, soy un imputado más pero soy inocente", dijo el empresario, en tácita referencia al maquinista Marcos Córdoba, otro de los acusados.
Luego del fatal accidente del 22 de febrero de 2012 que provocó la muerte de 52 personas y más de 700 heridos, el gobierno le canceló la concesión de Transporte de Buenos Aires (TBA), la empresa presidida por Cirigliano.
El juez que instruyó la causa, Claudio Bonadio, apuntó su pesquisa hacia la responsabilidad gubernamental y empresaria, al punto de no procesar al maquinista pese a que las pericias técnicas indicaron que el sistema de frenos funcionaba y el motorman había desconectado el mecanismo de "hombre muerto".
La Cámara Federal porteña revirtió esa decisión e incluyó al maquinista entre los acusados, entre los que figuran también el ex secretario de Transporte al momento de la tragedia, Juan Pablo Schiavi, y a su antecesor, Ricardo Jaime, quienes también proclamaron su inocencia la semana pasada.
El juicio entrará el lunes próximo a las 10 en su etapa final cuando se inicien los alegatos en que cada una de las partes pedirá las condenas o absolución de los acusados.
La totalidad de los acusados llegaron al juicio en libertad, inculpados por los delitos de descarrilamiento culposo agravado por muerte, el maquinista, con penas de uno a cinco años de prisión, y el mismo delito mas defraudación para los restantes, con penas de entre dos y seis años.
Fuente: Télam