"El Censo Agropecuario de 2002 habla de 250.000 unidades productivas, pero en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (Renaf) hoy por hoy tenemos 100.000", detalló el funcionario.
En cuanto al monotributo para el sector, Berganza lo consideró "un derecho al que muchos productores no conocen aún con muchos beneficios". "Es voluntario e implica una declaración jurada que les da la posibilidad de acceder a una obra social", explicó. Por ahora hay cerca de 40.000 inscriptos en todo el país, según datos de la Secretaría.
"Los alcances de la herramienta se van conociendo a través del boca a boca, la publicidad y los efectos positivos que los productores empiezan a sentir. El Estado se hace cargo del costo de 240 pesos por persona y para la gente es 0, lo que representa una inversión de 50 millones de pesos por año", remarcó.
Según indicó el responsable de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur (RAF), Martín Navarro, también se impulsa a otros países de la región a crear un registro similar. En Brasil ya hay 5 millones de agricultores familiares registrados sobre 240 millones de habitantes, señaló.
Otro punto que enfocó el técnico es el de los criterios para definir a los agricultores familiares. Entre ellos señaló a la inclusión de los pueblos originarios y los pescadores artesanales. En ese sentido expresó que en su criterio "también forma parte de esta familia todos aquellos que hacen trabajos que concurren como los que alambran o los que trabajan la tierra".
Fuente: Télam