El funcionario argentino dijo que "hay muchos países que no vienen a sentarse a la silla (en las sesiones) pero después llaman pidiendo el web cast para ver las discusiones, lo que es raro porque entonces les interesa (el tema) pero lo que no quieren es embarrarse en las discusiones".
Esto muestra que "el diagnóstico es común, de todos. El Fondo Monetario Internacional dijo abiertamente que los fondos buitre y el vació legal respecto a esto es un problema", recordó Bianco y diferenció las posiciones al mencionar que si bien "nosotros creemos que la mejor solución está en la ONU, no por eso negamos las otras soluciones" que se pueden llegar a discutir a nivel internacional como la nueva legislación belga o la propuesta de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales.
Con la negativa de algunos países de acompañar la iniciativa que promueve nueve principios de base para frenar el accionar de los fondos buitre, "queda claro que sigue habiendo norte y sur, centro y periferia, que los intereses son distintos porque algunos siguen respondiendo a los de las corporaciones financieras y otros países estamos por el bienestar de nuestros pueblos", subrayó Bianco.
Por su parte, el presidente del Comité Ad Hoc y embajador de Bolivia ante Naciones Unidas, Sacha Llorente, sostuvo que si en septiembre próximo, cuando el documento adoptado hoy será tratado por la Asamblea General, siguen habiendo países que no acompañen la iniciativa, eso "develaría la verdadera forma en la que está organizado el mundo con los centros financieros acumulando no sólo el poder económico sino político".
"Lo que esto esconde es la ausencia de voluntad para reformar las instituciones financieras que ya tienen 70 años de vida y que no resuelven los problemas de los pueblos sino que están para acompañar los intereses de estos centros financieros", disparó Llorente.
El presidente del Comité Ad Hoc señaló no obstante, estar "seguro de que tarde o temprano no sólo los países desarrollados sino el propio FMI, va a sumarse a este trabajo".
"No porque quieran sino porque la fuerza de los acontecimientos los va a obligar a reconocer que existen anomalías al sistema financiero que al final no las sufren ni los bancos ni los altos jefes del FMI, la sufren nuestros pueblos", concluyó el embajador boliviano.
Fuente: Télam