Bush se comprometió a adherir a la lucha contra el fraude corporativo en Estados Unidos, que le costó a Wall Street una caída inédita durante todo 2002.
En los últimos meses, varias empresas estadounidenses, entre ellas los gigantes de la energía Enron y las telecomunicaciones WoldCom, se declararon en quiebra debido a irregularidades en su contabilidad, y provocaron una crisis de confianza de losinversores, que afectó a la baja a los mercados. (Télam)