En su territorio de 177.00 kilómetros cuadrados, 3,4 millones de habitantes, un Producto Bruto Interno (PBI) de 18.600 millones de dólares en el 2001, y una estructura de exportaciones, servicios y turismo volcada casi exclusivamente a los mercados de Argentina y Brasil, Uruguay sufrió un duro golpe cuando ambos gigantes sudamericanos entraron en crisis.
La recesión, que se inició en 1999 al compás de la devaluación del real brasileño, mantenía declinante la economía del país hasta que el fin de la convertibilidad y la congelación de depósitos enArgentina, arrastró al abismo a su economía.
LLegó luego la corrida de depósitos bancarios (más del 45 por ciento en el año), la reducción de reservas del Banco Central -BCU- (superior al 80 por ciento en julio), la pérdida de grado inversor en la calificación de riesgo internacional, y una crisis bancaria que interrumpió la cadena de pagos y de créditos, y frenóel desarrollo de todas las actividades. (Télam)