"Hoy son 58 empresas que generan 2.500 puestos de trabajo y vamos a generar 500 puestos más en pocos días más, con la incorporación de tres empresas; esto es posible por el fuerte apoyo a nivel nacional y provincial que hemos recibido en estos años", dijo a Télam el presidente del parque industrial, Daniel Rosato, en una recorrida por el predio que pertenece al partido de Berazategui.
En ese contexto, señaló que "los créditos a tasas blandas nos permitieron crear toda la infraestructura en este predio que estaba abandonado desde 1981".
"Hace años pedíamos a gritos y ahora gracias a la protección y la política industrial del Estado nacional, le han dado la posibilidad a las PyMEs de aumentar su producción, invertir en tecnología y crear puestos de trabajo", afirmó.
"Tenemos que acompañar la política industrial invirtiendo, tenemos que involucrarnos todos", consideró Rosato, quien recordó que en 1998 comenzó con la idea de formar el polo industrial con empresarios de la zona.
Sin embargo, fue recién en 2004 que recibió el apoyo de la Municipalidad de Berazategui, en ese entonces a cargo de Juan José Mussi -padre del actual intente, Juan Patricio Mussi-, quien expresó la voluntad política de reimpulsar la industrial local, en el marco del modelo productivo iniciado en 2003.
En una recorrida por el predio, Rosato explicó a Télam que se incorporarán próximamente las empresas Lavadero Berazategui, Tecnorack y Ace, que generarán 500 nuevos puestos.
Asimismo, señaló que se está trabajando en un convenio con universidades nacionales para, en un plazo de cinco años, generar personal calificado que se adecue al crecimiento productivo de las empresas.
Una de las empresas que integran el complejo industrial es Ciudad de Messina, que se dedica a la fabricación de escobillones desde la recolección y reciclado de PET, que se utiliza como insumo para los filamentos, hasta el producto final, con diez empleados y una producción mensual de 30.000 unidades.
Daniel Messina, uno de los dueños de esta empresa, contó a Télam que prevén "ampliar la producción con la compra de nuevas máquinas, para poder exportar", ya que por ahora abastecen al mercado interno con clientes como Walmart e Ilko.
La familia Messina comenzó como una empresa familiar en los años 40 haciendo escobas artesanalmente y se mantuvo en ese rubro hasta que "en los 90 nuestra industria no existía más y nos transformamos en comerciantes, dejamos de producir, fue una década perdida".
"En 2003, apostamos a la industria con el apoyo provincial y municipal y recibimos créditos blandos que nos permitieron tecnificarnos" para volver a producir escobas, escobillones y cepillos, con el valor agregado de incorporar en el proceso de producción el reciclado de envases PET y "generar mínimos residuos".
En el parque se implementó recientemente el programa Producción Más Limpia, de la Subsecretaría de Medioambiente de la Nación, y recibieron subsidios para realizar inversiones que vayan en el sentido de minimizar la generación de residuos e implementar tareas de reciclaje en las cadenas productivas.
Fuente: Télam